(...)La historia del movimiento ciudadano, en sus diversas expresiones, la podriamos comprender como las estéticas de la resistencia; un acontecimiento que busco deshacer eso que el poder ha hecho de nosotra/os, y que sabe que la máxima del modelo neoliberal apostaba a la vida individualista y de codicia. Pero que este esta destinado al fracaso por el factor humano/a, que por naturaleza es solidario y gregario, y que necesita del cuerpo/a de la otredad, para completarse; (...) “ya no científico u económico sino Ético - Estético, nuevas formas de existir y crear; artistas de la existencia”( Guattari 1969)7. El movimiento cuidadano por alguna razón fué la expansión y el acoplamiento del nosotros/as y de la ampliación de la singularidad en la multiplicidad.

Donde la mirada del rostro/capucha busco penetrar el pliegue mas profundo del otro/a para tocar así lo mas hondo de la inmensidad de la humanidad y con ello esa sensación vibratoria que ocurre al estar conectada al agua, a la montaña, al mundo animal y a todas las cosas con todas las cosas y a las singulares e indefinidas formas de amar y desear.

 (...)El movimiento de lxs encapuchxs nos mueve la noción por la  política de Rostro que implica la acción y la resistencia a la dominación y, a la búsqueda de un devenir pueblo y a las líneas de fugas e intersticios que escapan a la dominación capitalista contemporánea. La Epifanía del rostro se debe a que en la cara se cristaliza el sentimiento de identidad y se establece el reconocimiento del otro/a. 

(...)El texto de las miradas; expresado en las/os encapuchadas/os que escribieron la historia de octubre del 2019, a quedado esculpida a golpes en las cacerolas y ollas, que tomaron la forma del estallido, y la forma de la rabia. Estas fuerzas de transferencia se rebelaron las/os sujetas/os del rendimiento, y los esclavas/os de sí misma/o.